Ana María Acevedo falleció de cáncer el jueves 17 de mayo de 2007 en Santa Fe. El hecho se produjo después de directivos del Servicio de Oncología del Hospital Iturraspe le negaran la posibilidad de acceder a una terapia para tratar su cáncer de cuello uterino, argumentando que la mujer estaba embarazada de tres semanas. Sin embargo, no le informaron el derecho que contempla el código penal de apelar al aborto terapéutico.
Todo comienza a mediados del año 2006, cuando Ana María recurre al SAMCO de su localidad a causa de un fuerte malestar de muelas. A pesar de la atención, los dolores continuaron y recién, después de cuatro meses, las autoridades del centro de salud la derivaron al Hospital Cullen, de la ciudad de Santa Fe.
Allí le descubren cáncer de cuello uterino y le extraen parte de un tumor, detectado en las zonas blandas de su cuello, sin antes explicarle que en su estado no podía quedar embarazada. Finalmente, la derivan al Servicio de Oncología del Hospital Iturraspe para comenzar a tratar su enfermedad.
Sin embargo, Ana María Acevedo no pudo comenzar su tratamiento de quimioterapia y rayos en diciembre de ese año, ya que el Comité de Ética y los directivos del Hospital Iturraspe le negaron la posibilidad de acceder a una terapia que le pudiera abrir las esperanzas para superar su cáncer. A su vez, le informaron que tenía un embarazo de tres semanas, pero no le dijeron nada acerca de su derecho contemplado en el artículo 86 del código penal y su posibilidad legal de apelar a un aborto terapéutico.
Cuatro meses después, ya con su embarazo de 5 meses, en abril de 2007 le realizan una cesárea al detectarle incompatibilidad sanguínea con el feto. Por este mismo motivo, Ana Maria había solicitado tiempo atrás la posibilidad de realizarse, ante riesgo de embarazo, una ligadura de trompas, que también le fue negada.
El recién nacido logra vivir sólo 24 horas. Su madre, con su estado de salud deteriorado, un cáncer avanzado, fuertes dolores y sin ningún tipo de tratamiento posible, entra en coma farmacológico y muere, con tan solo 20 años y con tres hijos pequeños, el 17 de mayo en el Hospital Iturraspe.
http://www.enredando.org.ar/noticias_desarrollo.shtml?x=33507
Opinión de la nota y reflexión personal
Más allá de estar o no de acuerdo con la realización del aborto, esta nota muestra errores cometidos por organismos de salud pública, quienes jugaron con la salud y los derechos de una joven de 20 años.
Primero: No le entregaron la información necesaria para que la mujer pudiera estar al tanto de su situación de salud y así poder prevenir problemas que pudieran venir mas adelante. Ejemplo de ello es cuando le descubren el tumor en las zonas blandas del cuello uterino y ningún médico del Hospital Cullen se encargó de informarle que no podía quedar embarazada.
Segundo: En el Hospital Iturraspe le negaron la posibilidad de comenzar la quimioterapia para tratar su cáncer por estar embarazada, siendo que fue otro organismo, también de salud pública, el que no le informó a tiempo que no podía quedar embarazada por su enfermedad.
Tercero: El Hospital Iturraspe no le informo a la afectada sobre el derecho que tiene como mujer, contemplado en el artículo 86 del código penal y su posibilidad legal de apelar a un aborto terapéutico si la salud de la madre está en peligro.
Cuarto: El Hospital Iturraspe le negó a Ana María Acevedo una operación para ligarle las trompas, algo que ella buscaba a modo de prevención para evitar posibles embarazos que pusieran en riesgo su vida.
Conclusión: Más allá de dar una opinión a favor o en contra del aborto, lo cierto es en Argentina el aborto es ilegal pero, según el artículo 86 del código penal, la ley estable dos causas de excepción: Cuando el aborto se practica para "evitar un peligro para la vida o la salud" de la mujer o si el embarazo proviene de una violación de "una mujer idiota o demente"
Entonces, lo que pasó con Ana María Acevedo, en mi opinión, es que hubo un mal manejo de los médicos de los hospitales públicos involucrados, quienes no le informaron de su situación real de salud y los riesgos, que en su momento, le generaría el quedar embarazada. Por otro lado, no le informaron de su derecho sobre el aborto terapéutico, al que ella podía acogerse si así lo deseaba para no poner en riesgo su vida y se negaron a atenderla para que iniciara su quimioterapia.
Lo anterior, pone en cuestionamiento el mal funcionamiento de los Hospitales públicos en las provincias y su falta de voluntad para atender como se merece cualquier persona, más aún si se trata de alguien de bajos recursos, que no tiene la posibilidad de atenderse en un organismo de salud privada.
Micaela Sabio - 5to. "C"