Como todos los fines de semana le véia a él y cada vez me mataba con su mirada especial. El era hermano de un amigo mío.
Un día como cualquiera le mandé un mensaje al celular de mi amigo y como se habia olvidado el celular, lo leyó él. Me contestó y comenzamos una larga conversación donde me pregunta si gustaba de él. Yo , con sinceridad le respondí que sí y quedamos en charlar personalmente del tema.
Llegó el día esperado , yo tan contenta me peine, perfumé y use ropa nueva porque quería impresionarlo y gustarle un poco más. LLegó y nos fuimos a la plaza y la pasamos muy bien.
Desde allí nos empezamos a ver mas seguido.
Hasta que fuimos a su casa y pasó. Entre besos y mimos me decía de tener relaciones. Mientras esto pasaba yo pensaba que tendría que estar usando reservativo, pero si se lo decía capaz que se enojaba y no vuelva a querer verme o a que se pierda el furor y el sentido de tener relaciones. Entonces pensé qué puede pasar? Nada, me dije, si de última son pocos minutos.
¿quizás con el preservativo no sea lo mismo que hacerlo sin él?
Conclusión:
No hay que tener miedo a lo que él piense, sino a las consecuencias en el futuro, porque por un descuido o una boludez se puede llegar a tener enfermedades que a lo largo del tiempo puede causar hasta la muerte o quizás un bebé no esperado.
Gabriela Vanega - 3ro. "A"
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